Cuidando al Cuidador. Herramientas de psicoterapia humanista para enfermeros

Atender a una persona senil hasta en sus más simples necesidades resulta una tarea en extremo difícil y absorbente (Arréchiga y Cereijido, 1999, en Hernández y Ehrenzweig, 2008:128). Si bien cuidar a otro es un desafío, también puede resultar gratificante; para llegar a esto, conviene que los cuidadores cuiden de sí mientras brindan apoyo a otros.

En esta tesis se hablará específicamente de cuidadores de ancianos formales en instituciones mexicanas.

TIPOS DE CUIDADORES

Hay dos tipos de cuidadores de ancianos:

Cuidador informal. Aquellos que no son remunerados y tienen un elevado grado de compromiso hacia la tarea, caracterizada por el afecto y una atención sin límites de horarios, brindada por familiares, amigos y vecinos. Se diferencia de los cuidadores principales o primarios y secundarios, según el grado de responsabilidad en el cuidado de los ancianos (Hernández Zamora, 2006:40-44).

Cuidador formal. Toda aquella persona que cuida en forma directa a ancianos en diversos ámbitos, esté o no capacitado, recibiendo un pago o beneficio pecuniario (dinero) por su trabajo. Sólo 3% de los pacientes adultos mayores discapacitados, tienen cuidadores remunerados (Hernández Zamora, 2006:40-44).