Cuidando al Cuidador. Herramientas de psicoterapia humanista para enfermeros

Evasión de los cuidadores a las demandas emocionales. Hay estudios (Lara, Fernández, Acevedo y López, 1996:329-340) que reportan una tendencia considerable de las enfermeras a eludir las demandas emocionales de los pacientes, al comparárseles con las maestras y las trabajadoras sociales.

Cuando el cuidador maltrata. Un temor especial es el abuso de los residentes ancianos por miembros del personal. Algunos cuidadores pueden abusar físicamente de los residentes con actos como prohibirles más de lo necesario, empujarlos, pellizcarlos, abofetearlos, golpearlos, patearlos, o arrojándoles objetos. El abuso psicológico es más común: gritar a los pacientes, insultarlos, maldecirlos, aislarlos sin necesidad, amenazarlos o rehusarse a darles alimento. En tales casos, tanto la víctima como el abusador requieren tratamiento.

Escucha empática de los cuidadores. Los residentes de la mayoría de los asilos rara vez o nunca son visitados por sus familiares; a muchos tampoco se les permite salir, por lo que sus relaciones interpersonales están limitadas a sus compañeros (varios de ellos con trastornos mentales) y al personal que los atiende. Por esta razón es una necesidad de los residentes tener una atención de calidad que incluya no solamente los cuidados asistenciales, sino una compañía que brinde afecto y escucha. Desafortunadamente, este personal con frecuencia no está lo suficientemente capacitado, en especial en el aspecto humanístico, para tratar a los viejos; carecen de empatía, sensibilidad, paciencia, amor, conocimientos sobre cómo una persona mayor puede ser afectada en sus emociones por sus padecimientos, o lo contrario. Es aquí donde la capacitación de desarrollo humano puede significar una labor que marque la diferencia.