Mismatch. Cómo la inclusión da forma al diseño, la tecnología y la sociedad
Es un ciclo de nuestra propia creación.
UN MARCO PARA EL CAMBIO
A diferencia de la clase de Paley, no siempre tenemos o queremos una autoridad superior que publique reglas en nuestras paredes para dictaminar nuestro comportamiento. La buena noticia es que cada uno de nosotros tiene el poder de hacer o de deshacer la inclusión. La mala noticia es que no siempre sabemos que tenemos este poder, o lo que podemos hacer con él.
Cada uno de nosotros sabe lo que se siente al ser excluido. A veces podemos reconocer cuándo se deja afuera a otra persona. Sin embargo, a menudo se nos hace difícil anticipar cómo las personas podrían ser excluidas en el futuro.
Esto es lo que hace a la inclusión tan relevante para el diseño.
Un diseño tiene una intención. Está hecho para un propósito. El acto de diseñar requiere pensar, intrínsecamente, sobre las formas futuras en que alguien podría utilizar una solución. Y tiene éxito solo cuando el receptor de un diseño confirma que ha logrado su propósito.
La inclusión complementa al diseño como una forma de alinear lo que una solución puede ser con lo que una persona necesita que lo sea. Esta dinámica está mejor descrita por el doctor Victor Pineda, líder en diseño urbano accesible y cofundador de Smart Cities Initiative: